Las emociones siempre están presentes a la hora de la comunicación, es difícil "dejarlas de lado", pero aun así, se pueden trabajar sabiendo reconocerlas y regularlas.
Muchas veces en distintas situaciones, nos toca tener una comunicación que no es positiva desde un comienzo , la emoción que se genera es negativa, pero sabiendo reconocerla aplicamos mecanismos para que la misma no nos invada y podamos transformarla en algo mejor para mejorar la situación.